1 de diciembre de 2014

Miedo

Sigo teniendo miedo.
La fuerza que tenía se ha ido y ahora no sé de dónde sacar más para seguir rompiendo barreras.
Quiero avanzar, por eso me frustro.
Me doy cuenta de que yo mismo no me permito hacer ciertas cosas y no lo entiendo.
No he luchado durante tanto tiempo para esto, no he dejado que nada ni nadie se interpusiese en mi camino y ahora estoy aquí parado mirándome a mí mismo porque soy yo el que no se atreve a dar un paso más.
Me da miedo no saber cómo apartarme de mi propio camino.
A veces siento que de pura desesperación por ver cómo todo lo que he estado persiguiendo se vuelve a alejar cada vez más podría empujarme con tanta fuerza que quizá vuelva a caer.
Le tengo miedo al abismo porque ya he estado ahí abajo y no sé si podría haber bajado aun más.
Sigo teniendo inseguridades, sigo teniendo una zona de confort y me cuesta escaparme.
Puede que me siga dando miedo perderme, desprenderme de mí mismo y avanzar sin mirar atrás pero sabiendo que una parte de mi sigue ahí parada sin entender por qué no puede seguir hacia adelante.
No asimilo del todo que soy puro cambio.
Busco soluciones, intento mantener la calma, respiro, releo, recuerdo. 
Vuelvo a sentir lo que sentía, me comprendo, puedo manejarme, esquivarme, transformarme en más fuerza.
Ya me he demostrado muchas cosas, me he hecho promesas y no voy a decepcionarme a mí mismo.
Sacrificaré lo que tenga que sacrificar para seguir avanzando.
Si esta vez tiene que ser el miedo, lo arrancaré de mi piel para no dejarlo volver nunca.


28 de octubre de 2014

Resiliencia

Que sensación tan amarga la de no gustarse a uno mismo.
No te gustan tus rodillas, tus pies enormes, tu poco culo, tus costillas que se notan de más, tu espalda, tu pelo, tu cara en general.
No te gusta cómo eres, no te gusta porque sabes que antes eras mucho mejor, odias ser tan despreocupado para las cosas que de verdad importan y tan obsesivo y autodestructivo con todo lo que no debería afectarte.
Todos tenemos asperezas que limar.
Yo he conseguido uno de los mayores logros en mi vida, me gusto.
Hay algo de mi que siempre he odiado y he sido capaz de capturarlo de una manera que me resulta increíblemente preciosa.
Me gusta fotografiar todas y cada una de mis debilidades, todo lo que no me gusta, porque lo transformo en algo con carga emocional y se vuelve un trofeo, algo que puedo mirar todos los días de mi vida y recordarme que está ahí y solo puedo protegerlo queriéndolo cada día más y más.
Este es solo otro paso hacia otra transformación.
La vida es cambio constante y yo siento que necesito renovarme a cada segundo, aprender algo, conseguir algo que me proponga, conocer a alguien, vivir.
Esa es mi esencia.




30 de agosto de 2014

Fin

Todo ha acabado por fin, ya no hay angustia, no hay dolor, todo eso se ha desvanecido.
Estoy llorando, no puedo evitarlo.
Ahora mismo me veo precioso, increíble, soy lo que siempre he querido ser, tengo todo lo que quiero y la fuerza para recuperar lo que merece la pena que ya no está conmigo.
He acabado la metamorfosis, lo sé, lo siento.
Siento que puedo desplegar unas alas que antes no tenía.
Tengo que volar, tengo que ser libre y hacer todo lo que siempre he querido.
He brillado en la oscuridad más absoluta.
Me siento tan lleno de vida, tan jodidamente completo.
No tengo miedo, ya no.
Me lo he ganado a pulso, he luchado con todas mis fuerzas, incluso cuando no tenía nada más que a mi mismo, incluso cuando todo se derrumbó, cuando lo perdí todo, lo he superado, he ganado y tengo lo que me merezco y siempre he merecido.
Y sé que merezco más y que lo conseguiré.
A partir de ahora todo va a ser diferente.
Nada puede pararme, me voy a comer el mundo.



7 de julio de 2014

Diario de una metamorfosis

Todo empezó con una estúpida pero enorme caída. 
Parecía como cualquier otro tropiezo en la vida, pero el suelo se abrió ante mi y comencé a caer.
Nunca me he sentido como en ese momento, todo era oscuro, aun más oscuro que con los ojos cerrados, y aunque caía no sentía nada, estaba suspendido en el tiempo y el espacio, atrapado en ese momento, cayendo para siempre.
La desesperación reina ahí abajo, te acaba consumiendo por completo.
Comienzas a ver cómo todo lo que habías construido se derrumba, que estaba hecho de cristal, que se rompe cuando gritas y arañas la nada intentando escalar en vano. 
Ese lugar es algo que se me escapa de los dedos, que no supe manejar en absoluto, por eso he estado tanto tiempo allí dentro, corrompiéndome, ennegreciendo todo lo que soy.
Puedes llegar a sentir cómo cada parte de tu mente es devorada y sustituida por esa materia oscura.
Creía que no saldría de aquello.
Y entonces apareció la luz, mi mundo ya no estaba, pero había un sitio a donde ir, donde podía sentirme seguro, donde podía recomponerme.
Y ahí he estado hasta ahora, completando todas las fases de esta metamorfosis.
Ha sido muy duro.
En algunos momentos estuve tan débil que la oscuridad que me rodeaba consiguió entrar en ese espacio que ahora era mi refugio. 
Y no puedo permitir que eso se corrompa, porque me ha salvado la vida.
Estoy en la última fase antes de llegar al cambio, la fase más difícil.
Pero tengo algo que antes no tenía.
Tengo el valor para salir de ese cascarón y brillar por mi mismo, iluminar todo y hacerlo mío, mi nuevo mundo, mi nuevo yo.
Merezco ser feliz, ser como siempre he querido.



26 de mayo de 2014

Agujero negro

A veces miro dentro de mí y no veo nada, es como un agujero negro que ya se lo ha llevado todo, solo queda carne y una cara inexpresiva.
Intento entender a dónde ha ido esa energía que siempre había tenido, todas las cosas que me hacían especial, ya no están.
Necesito encontrarlas, encontrar el camino, a mí mismo.
Me da miedo perderme, quedarme en nada, no sé hacia dónde tengo que ir y no sé si voy a encontrar lo que busco donde sea que esté yendo.
Y entonces vuelvo a mirar, desesperado.
Veo luz.
La energía no se crea ni se destruye, se transforma, ese agujero negro es todo lo bueno que tengo, debo hacer que lo sea, tengo que entrar, gritar todo lo fuerte que pueda, que tiemble todo ese caos y se desmorone, que se rompa, que se vaya.
Entonces quedaré yo ante esa nada, volveré a construirlo todo tal y como quiero que sea, todo sobre mi, sobre quién soy, sobre cómo soy.
Desprenderé luz.
Y todo será mucho mejor que antes, cada día será mejor que el anterior, de eso trata la metamorfosis.




20 de mayo de 2014

Frysta

Cuesta mucho encontrar el camino.
Y cuando por fin lo haces tienes miedo.
Me prohibí tener miedo, y aquí estoy, escribiendo, desahogándome con esta canción, la misma canción de siempre, el empujón que necesito para poder contar todo esto.
Nunca soy sincero conmigo mismo, mi cabeza me engaña, me hace decir cosas que no pienso ni quiero pensar.
Quiero que esto acabe, tomar el control de mi vida, darme cuenta de que he ganado, que ya está, todo ha acabado.
¿Y si esto realmente nunca ha empezado?
¿Y si siempre he sido increíble?
Es demasiado complicado.
Este es el diario de una metamorfosis, de mi metamorfosis.
Todo esto forma parte del cambio, es la angustia de que algo se me escapa y creo que es algo importante, pero no puedo mirar atrás, ya no, estoy demasiado cerca de conseguirlo.
La desesperación solo me lleva a hundirme de nuevo, tengo que ser paciente.
Lo único que me queda por hacer es abrir los ojos.